Un estudio encuentra aditivos tóxicos en chicles infantiles

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Tres de cada cuatro chicles infantiles contienen sustancias tóxicas que alteran el sistema endocrino, según acaba de desvelar un estudio de THINK Chemicals, el Consejo de Consumo Danés.

Tras analizar 54 marcas de chicle comercializadas a niños, el resultado ha sido que 41 de ellas (el 76%) contenían los contaminantes hormonales E320 y E321. Y no sólo eso, sino que de los tres años en que se ha llevado a cabo este análisis, este año se han obtenido los peores resultados. Es decir, los chicles parecen ser cada vez menos saludables y estas dos sustancias no son los únicos ingredientes que causan preocupación en los expertos.

Las dos sustancias tóxicas en las que se centra este estudio son el E320 y E321, dos antioxidantes alimentarios artificiales, conocidos también como BHA y BHT. Estos compuestos, procedentes de la industria petrolera, están presentes en numerosos productos alimentarios.

E320

El BHA (butilhidroxianisol o E320) es un antioxidante muy utilizado en la industria alimentaria para preservar patatas fritas, carnes o alimentos con grasa. No sólo se encuentra en la comida, también estamos expuestos en cosméticos y plásticos.

Según el estudio del Dr. Nicolás Olea, Catedrático de Medicina Interna de la Universidad de Granada, el BHA es un estrógeno ambiental. Es decir, es un contaminante hormonal que, al tener estructura química semejante a los estrógenos naturales, mimetiza la acción de estas hormonas, alterando el funcionamiento del sistema endocrino. Diversos estudios han evidenciado efectos como pérdida de fertilidad, cambios en el desarrollo, daños a la tiroides o mutaciones. Además es una sustancia sospechosa de causar cáncer.

Por todas estas razones, el E320 está incluido dentro de la lista europea de sustancias sospechosas de ser contaminantes hormonales o disruptores endocrinos (EDC). La Unión Europea regula una cantidad diaria de BHA que aconseja no superar, pero no lo ha prohibido a pesar de que algunos países, como Australia o Japón, sí lo han eliminado de productos infantiles.

E321

El BHT (Butilhidroxitolueno, Butilfenol o E321) es otro aditivo alimentario utilizado para prevenir la oxidación de grasas, especialmente en aquellos alimentos que tienen que soportar altas temperaturas (fritos u horneados). Se utiliza en bebidas lácteas, cereales y galletas para el desayuno pero también en cosmética, investigación médica y productos del hogar. Existe evidencia de que el E321 es otro contaminante hormonal que inhibe el desarrollo de los testículos.

Estos son sólo dos de los aditivos tóxicos que habitualmente se encuentran en nuestra comida, pero hay muchos más. No debemos olvidar que los contaminantes hormonales actúan a muy bajas concentraciones (lo mismo que las hormonas) y el efecto sumado de todos los contaminantes que recibimos de las innumerables fuentes que nos rodean (comida, envases, plástico, cosméticos…) es aún desconocido.

¿Qué podemos hacer?

El primer paso es evitar los productos que tengan E320 y E321 entre sus ingredientes. Pero hay un segundo paso muy importante, hacer presión a las autoridades europeas para que retiren de nuestros alimentos sustancias que se han demostrado que son tóxicas para nuestra salud.

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