Un nuevo estudio desvela pesticidas disruptores endocrinos en el agua francesa

 

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Resultados: plaguicidas disruptores endocrinos en aguas superficiales. EXPPERT 8, Générations Futures.

El 73,3% de los pesticidas encontrados en las aguas superficiales francesas son disruptores endocrinos, es decir, afectan al sistema hormonal de humanos y animales. Continuar leyendo «Un nuevo estudio desvela pesticidas disruptores endocrinos en el agua francesa»

2017 será un año clave para prohibir las sustancias que alteran el sistema hormonal

Ilustración: María Zúñiga. Copyright©2016 Todos los derechos reservados
Ilustración: María Zúñiga. Copyright©2016 Todos los derechos reservados

El 2017 será un año clave para prohibir los contaminantes hormonales, tóxicos fabricados por el ser humano y que se encuentran en alimentos y productos de consumo habitual, a pesar de que afectan gravemente a nuestro sistema hormonal y al de los animales. 

Este año se tomarán dos decisiones que afectarán a nuestras hormonas. En ambos casos toda ayuda de las y los ciudadanos será necesaria: Continuar leyendo «2017 será un año clave para prohibir las sustancias que alteran el sistema hormonal»

La historia interminable de los contaminantes hormonales

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Aún puedes firmar, pinchando la imagen superior.

La Comisión vuelve a fracasar y no consigue los votos necesarios para que se apruebe su propuesta sobre contaminantes hormonales, gracias a la presión de las más de 260.000 firmas recogidas y la labor de las organizaciones sociales.  Continuar leyendo «La historia interminable de los contaminantes hormonales»

Un mal regalo de navidad

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Macaón (Papilio machaon), cuya población ha disminuido en algunas zonas de Europa por el uso de pesticidas

La Comisión recoge en su última versión de criterios de identificación de contaminantes hormonales un cambio con graves consecuencias para los ecosistemas europeos, al permitir los plaguicidas disruptores que dañen a la muda y/o el crecimiento de la fauna silvestre.

Con este cambio, que incluye en la tercera revisión de la propuesta de definición de contaminantes hormonales y presentará a votación el 21 de diciembre, la Comisión pretende que las sustancias que afectan a la muda y el crecimiento de especies silvestres no sean consideradas disruptores hormonales.  Continuar leyendo «Un mal regalo de navidad»

Disruptores endocrinos: la interferencia de los Estados Unidos

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Artículo de Stéphane Horel publicado originalmente en LeMonde el 29 de noviembre de 2016.

Desde 2013, los Estados Unidos se han opuesto por todos los medios posibles a la regulación europea sobre estas sustancias químicas en nombre del libre comercio. Continuar leyendo «Disruptores endocrinos: la interferencia de los Estados Unidos»

¿Pasará con la propuesta sobre contaminantes hormonales lo mismo que con la autorización del glifosato?

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La aprobación de los criterios para definir los contaminantes hormonales lleva un camino parecido al de la reautorización del glifosato. Como ocurrió con el polémico herbicida, la Comisión no consigue que los estados miembros voten a favor de su propuesta, gracias a la presión de la población, de científicos y de ONGs preocupadas ante la posibilidad de que se permita que tóxicos relacionados con graves enfermedades continúen en el entorno europeo. 

Continuar leyendo «¿Pasará con la propuesta sobre contaminantes hormonales lo mismo que con la autorización del glifosato?»

La prohibición de contaminantes hormonales nos ahorraría más de 150.000 millones de euros al año

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Estudio «El coste sanitario en la UE» HEAL

Una de las estrategias más efectivas de las empresas químicas y de pesticidas (Bayer, Syngenta o Monsanto) para evitar la prohibición en Europa de los contaminantes hormonales, ha sido amenazar a la Comisión con las cifras de pérdidas inabordables que, según ellos, supondrá la eliminación de estos tóxicos de sus productos.

Pero lo que no dicen estas multinacionales es que la presencia ubicua de EDCs en alimentos, juguetes, envases o cosméticos también supone un coste para la sociedad, en cuanto a presupuesto de sanidad destinado al cuidado de las enfermedades derivadas de la exposición a contaminantes hormonales.
Continuar leyendo «La prohibición de contaminantes hormonales nos ahorraría más de 150.000 millones de euros al año»

Dinamarca, Suecia y Holanda llevan la lucha contra los contaminantes hormonales al Consejo Europeo

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Imagen del documental «Endocrination» de la periodista Stéphane Horel, que analiza el proceso de regulación de los contaminantes hormonales en Europa

Las críticas sobre la legalidad de la propuesta de regulación de los contaminantes hormonales de la Comisión Europea, realizadas por estados miembros (Dinamarca, Suecia y Holanda), el Parlamento Europeo y organizaciones de diversos ámbitos obligan a la Comisión Europea a una revisión de su propuesta.

La Comisión se está viendo obligada a modificar aspectos fundamentales de la propuesta de definición de contaminantes hormonales en el contexto de los biocidas y los plaguicidas que presentó en junio de 2016 para ganar el apoyo de una mayoría de estados miembros y evitar el veto del Parlamento Europeo. Parece que la revisión estará lista a principios de noviembre. Continuar leyendo «Dinamarca, Suecia y Holanda llevan la lucha contra los contaminantes hormonales al Consejo Europeo»

El Parlamento Europeo pide la prohibición del tóxico Bisfenol-A en los envases alimentarios

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El Parlamento Europeo solicita la prohibición del contaminante hormonal bisfenol-A en los envases alimentarios y una mejora de la regulación de los productos químicos utilizados en el envasado de alimentos.

Los contaminantes hormonales, como el bisfenol-A, migran a los alimentos desde el material con el que se fabrican y recubren los envases alimentarios como tápers, latas de conservas, bolsas de palomitas o cajas de pizza. Esta migración expone a la población a contaminantes hormonales relacionados con diversos daños a la salud. Continuar leyendo «El Parlamento Europeo pide la prohibición del tóxico Bisfenol-A en los envases alimentarios»

La Comisión considera cambiar su propuesta de definición de disruptor endocrino

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La Comisión deberá cambiar su desastrosa propuesta de regulación de contaminantes hormonales, tras enfrentarse a las críticas de diversos estados miembros en la reunión del Comité de Pesticidas del pasado 21 de septiembre. Continuar leyendo «La Comisión considera cambiar su propuesta de definición de disruptor endocrino»

España tiene la oportunidad de prohibir los contaminantes hormonales

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Esta semana, España y el resto de estados miembro deben votar cómo regula Europa los contaminantes hormonales. Del resultado de la votación dependerá que estos tóxicos, relacionados con graves daños a la salud como malformaciones y cáncer, sean prohibidos en multitud de productos cotidianos o por el contrario, ni siquiera sean regulados.  

Los contaminantes hormonales son compuestos químicos relacionados con muchas de las enfermedades en auge en las últimas décadas. Por eso es importante conocer la postura de España en la votación de la nueva propuesta de la Comisión para definir y legislar estos tóxicos: ¿Protegerá España la salud de la población? ¿O los intereses de algunas industrias?

Si hace unos meses la Comisión Europea reunió el Comité de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (PAFF por sus siglas en inglés) en repetidas ocasiones para conseguir la re-autorización del herbicida cancerígeno glifosato (y no lo consiguió), ahora aprovechará la reunión del 21 de septiembre de este mismo comité para intentar que se apruebe su propuesta de identificación de disruptores endocrinos de junio.

Nueva definición de contaminante hormonal propuesta por la Comisión

Uno de los aspectos de la propuesta de legislación de contaminantes hormonales que ha levantado más oposición entre los científicos y organizaciones civiles ha sido su nueva definición de disruptor endocrino.

La anterior definición, tomada de la Organización Mundial de la Salud en el año 2013, definía un contaminante hormonal como una sustancia química exógena con efectos adversos para la salud de un organismo o de su descendencia, como consecuencia de cambios en la función endocrina.

La actual definición cambia la anterior de forma sutil, pero con consecuencias graves, al exigir a una sustancia química para ser considerada contaminante hormonal, que tenga amplia evidencia de efectos adversos conocidos en humanos.

En este caso, «amplia evidencia» y «conocidos» implican que deberán existir numerosas pruebas de daños en la salud de seres humanos tras la exposición, es decir, que los humanos y el medio ambiente tendrán que resultar dañados antes de que se tomen medidas para la reducción o eliminación de un determinado contaminante. Esta condición se oponer radicalmente al Principio de Precaución o Cautela en el que se basa la normativa europea.

Esta exigencia en la propia definición tendrá una consecuencia clara: no se prohibirán la gran mayoría de disruptores endocrinos, que seguirán siendo legales.

Es decir, la industria de pesticidas seguirá utilizando disruptores hormonales como sustancias activas de pesticidas de uso habitual, como el glifosato o la cipermetrina; la industria química seguirá utilizando otros contaminantes hormonales, como los ftalatos o el bisfenolA, para fabricar el plástico de las botellas de agua o de los tápers y la industria cosmética seguirá utilizándolos en jabones y geles y otros productos que untamos en nuestros cuerpos.

La organizaciones de protección de la salud y el medio ambiente europeas temen que no se prohíba ninguna sustancia que afecte al sistema hormonal, porque no se ajuste a la nueva definición de disruptor endocrino. Si del total de 143.000 sustancias químicas sintéticas registradas (columna de la izquierda), antes de la propuesta de junio la Comisión proponía en su «Hoja de Ruta» opciones que podrían haber eliminado 31 tóxicos (opciones 2 y 3 de la hoja de ruta) o bien 13 (opción 4), según la organización Pesticide Action Network sobre la nueva propuesta:

Con este cambio en la normativa no se prohibirán ninguna de las 70 sustancias activas con efectos en el sistema endocrino que se comercializan hoy en día.

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 ¿Qué podemos hacer?

Ecologistas en Acción urge al Gobierno español a que vote en contra de la actual propuesta de la Comisión y presione para redactar unos criterios de definición de «contaminante hormonal» que permitan prohibir estas sustancias de pesticidas, plásticos y en general, los productos cotidianos.

¿Cómo se ha llegado a esta propuesta?

La Comisión Europea tendría que haber terminado la definición de los contaminantes hormonales en 2013. Pero la presión de las industrias productoras (pesticida, química y cosmética, entre otras) presionó para que se retrasara la decisión, con la esperanza de que antes entrara en vigor la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), que rebajaría la regulación de estas sustancias para cumplir el objetivo de eliminar barreras al comercio entre las dos orillas del Atlántico.

El retraso y la falta de acción de la Comisión frente a la regulación de los contaminantes hormonales fueron llevados a juicio por varios países europeos, el Consejo y el Parlamento europeos, y la Comisión fue hallada culpable de no cumplir con sus funciones. La protectora de los tratados, juzgada por incumplir sus propias normas.

Bájate al móvil la guía de nuestra campaña

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Este otoño va a ser clave para nuestra salud: Los estados europeos decidirán cuál va a ser el futuro de los tóxicos que dañan a nuestro sistema hormonal, los contaminantes hormonales. La propuesta que realizó la Comisión Europea en junio es preocupante porque, de seguir adelante, disruptores endocrinos como el Bisfenol-A y los ftalatos o pesticidas como el glifosato seguirán en productos de nuestra vida diaria, afectando gravemente a la salud y al medio ambiente. Continuar leyendo «Bájate al móvil la guía de nuestra campaña»

Contaminantes hormonales: cuenta atrás para decidir si se quedan o se van

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El 15 de junio, la Comisión Europea decidirá si los tóxicos más secretos de Europa, los contaminantes hormonales, desaparecen o por el contrario, continúan escondidos en los productos de la vida diaria: cosméticos, plásticos, alimentos, juguetes…

Los miembros de la Comisión Europea elegirán los criterios de definición de los contaminantes hormonales entre las opciones que aparecen en la «hoja de ruta de la Comisión». Puedes ver esas opciones aquí.

Desde Ecologistas en Acción, creemos que la opción que protege la salud de la población y el medio ambiente es la OPCIÓN 3, que propone evaluar los efectos endocrinos de las sustancias con métodos estrictamente científicos, sin incluir valoraciones socio-económicas. 

La regulación de los contaminantes hormonales se ha retrasado más de dos años, debido a la gran presión ejercida sobre la Comisión por los lobbies de las industrias petroquímica, cosmética y de pesticidas, principales fabricantes de los productos que contienen estos tóxicos. (Ver investigación de la periodista Stèphane Horel que destapa la presión de la industria para evitar la regulación de los contaminantes hormonales).

El retraso en la definición de criterios es ilegal, según la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, que en diciembre de 2015 determinó que la Comisión había incumplido su deber al no legislar los contaminantes hormonales, como vimos en esta publicación.

Desde la coalición EDC-Free Europe, a la que pertenece Ecologistas en Acción, lanzamos una campaña con el objetivo de que la Comisión note no sólo la presión de la industria, sino también la presión de la población que quiere proteger su salud y un entorno sin contaminantes hormonales.

¿QUÉ SON LOS CONTAMINANTES HORMONALES Y POR QUÉ DEBEMOS PREOCUPARNOS?

Todos estamos expuestos a los contaminantes hormonales, también llamados disruptores endocrinos (o EDCs, por sus siglas en inglés) en nuestra vida diaria. Son sustancias químicas artificiales que interfieren con el funcionamiento de las hormonas naturales de nuestro cuerpo, generando daños en la salud como problemas de fertilidad, malformaciones congénitas, cáncer, obesidad, diabetes y daños en el desarrollo neuronal, entre otros muchos.

Se encuentran en multitud de productos habituales que ni imaginas que esconden estos tóxicos: plásticos, residuos de pesticidas en alimentos, cosméticos, productos de limpieza, ropa, etc.

Multitud de investigaciones científicas, como las recogidos en la publicación  «Estado de la ciencia de los disruptores endocrinos» del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2012 evidencian la relación entre la exposición a estos contaminantes y los daños en la salud humana y de la fauna salvaje.

Visita nuestra página de «Recursos» para conseguir más información.

 

Los crecientes niveles de enfermedades relacionadas con las hormonas a los que se enfrenta la humanidad y la Naturaleza obligan a que la Comisión Europea actúe ya, de una manera eficiente.

Avance en el «atasco» legal de los contaminantes hormonales

 

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Expertos científicos, con posiciones completamente opuestas en el debate sobre los contaminantes hormonales, han llegado a un consenso en los criterios necesarios para identificar qué es un disruptor endocrino, tras reunirse durante dos días en Berlín, invitados por el BfR (Instituto Federal de Evaluación de Riesgo).

Este consenso es vital para reducir la exposición a estos tóxicos de la población europea. Según declaraciones de Andreas Hensel, del BfR:

«El consenso alcanzado es un avance en la discusión científica sobre los disruptores endocrinos y tiene una gran importancia para la protección de la salud de los consumidores en Europa. Sus resultados ayudarán a que la Comisión Europea tome medidas basadas en la ciencia para reducir los contaminantes hormonales, por ejemplo de los productos de consumo, pesticidas e incluso, en la comida»

El acuerdo es un verdadero avance, ya que cuenta con la firma de los 23 científicos asistentes, entre los que se encuentra Andreas Kortenkamp, autor de una de las obras que más ha influido en la discusión sobre los criterios de identificación de los contaminantes hormonales, «State of the Art Assessment of endocrine disrupters», junto con 4 observadores de la Comisión, de la EFSA y de ECHA.

En pocos días, el BfR entregará a la Comisión el objeto del consenso: una «lista de criterios para identificar el peligro potencial de las sustancias que dañan el sistema endocrino».

La discusión sobre los disruptores endocrinos comienza el año 2009 cuando se establece la necesidad legal, derivada de la normativa de biocidas, de definir qué es un contaminante hormonal. El plazo para que la Comisión presentara estos criterios finalizó en diciembre de 2013 y aún no se han presentado, con la excusa de realizar un estudio del impacto socio-económico que generarían estos criterios, es decir, introducir criterios económicos en un debate que debería ser exclusivamente científico.

Lo cierto es que de la decisión a la que llegue la Comisión dependen los beneficios de grandes empresas, así como la salud de la población europea, expuesta a estos tóxicos a través de los alimentos, los productos de plástico, los productos de higiene o los cosméticos; en los despachos de la Unión Europea se ha desarrollado una auténtica lucha de poder entre científicos, técnicos, lobbies industriales y organizaciones de salud y medioambientales, que queda perfectamente reflejada en el informe «Un asunto tóxico», de la periodista Stèphane Horel.

La Comisión contra las cuerdas

La Comisión se encuentra bajo una intensa presión desde que en diciembre de 2015 la Corte General de la Unión Europea dictaminara que la Comisión había fallado en su obligación de regular los productos biocidas, por no adoptar los criterios para los EDCs en 2013. Más aún, se produjo un hecho insólito en la UE, como que varios Estados miembro, junto al Parlamento Europeo y al Consejo llevaran a juicio a la Comisión de forma conjunta.

El TTIP también está sobre el tablero de juego y ha sido utilizado por la industria como excusa para retrasar la definición de los criterios sobre los disruptores endocrinos, ya que son vistos como barreras al libre comercio, ya que prohibirían la entrada al mercado europeo de sustancias que se consideraran contaminantes hormonales.

Criterio de potencia

Tras la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, la presión de los lobbies de la industria pesticida, petroquímica y cosmética se ha fijado como objetivo introducir en la definición de criterios el «criterio de potencia».

Desde las organizaciones de EDC Free esperamos que el consenso científico alcanzado, que se publicará en unas semanas, no contemple este criterio, lo que supondría un triunfo de la industria.

Consideramos que las propiedades químicas intrínsecas, la peligrosidad, son los que definen si una sustancia es un contaminante hormonal. El criterio de potencia, que se relaciona con la cantidad necesaria para causar un determinado daño, puede ser utilizado con posterioridad para priorizar qué disruptores deben eliminarse primero, pero no en la definición.

Los contaminantes hormonales no tienen umbral de seguridad

Siete de los científicos asistentes, entre ellos el Profesor Kortenkamp y Susan Jobling de la Universidad de Brunel, firmaron en el año 2013 la Declaración de Berlaymont, en la que mostraban su preocupación ante el hecho de que las regulaciones de los contaminantes hormonales no tuvieran en cuenta algo que habían observado en sus investigaciones: muchos disruptores endocrinos causan efectos en la salud a niveles muy bajos de concentración. Es decir, no se pueden establecer niveles seguros para estas sustancias, como hace la legislación actual.

También denuncian que la legislación no tiene en cuenta el efecto de la salud de la exposición a multitud de contaminantes diferentes, desde pesticidas a dioxinas, pasando por parabenos o ftalatos, que tienen un efecto conjunto complejo llamado efecto cóctel.

La Comisión tiene hasta junio para definir los criterios sobre los contaminantes hormonales. Desde EDC Free, coalición de la que forma parte Ecologistas en Acción, seguiremos presionando para que se elija la opción que más proteja la salud humana y del medio ambiente.

 

 

 

 

 

Vídeo de la reunión, en inglés